Si se siente estresado y ansioso, hay una forma sencilla de calmarse rápidamente. Todo lo que tienes que hacer es respirar profunda y lentamente. Los estudios han demostrado que esta técnica puede activar el sistema parasimpático y estimular el nervio vago, lo que puede ayudar a reducir la ansiedad. La mayoría de la gente respira entre 10 y 14 veces por minuto, pero si lo haces más despacio, a 6 respiraciones por minuto, te sentirás mucho más relajado.
La forma más fácil es inspirar rápidamente por la nariz y volver a espirar lo más despacio posible por la boca. Es una forma rápida y sencilla de sentirse mejor.
¿Quiere saber más sobre un tratamiento que afecta directamente al nervio vago? Entonces lea más aquí sobre el efecto del SSP en nuestro sistema nervioso autónomo.
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